El Gobierno bajará el Impuesto sobre la Renta de la Persona Físicas (IRPF) una media del 12,5% en dos años para el conjunto de los contribuyentes, y un promedio del 23,5% para los que ganen menos de 24.000 euros anuales, según ha señalado la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría al término de la reunión del Consejo de Ministros.
El grueso de la rebaja se concentra en 2015, año en el que están previstas elecciones municipales y autonómicas, en primavera, y generales, en otoño. Según los datos facilitados por el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, la rebaja fiscal se aplica en dos tramos: el próximo año, el ahorro para los contribuyentes será del 8,06% respecto a 2014; en 2016, alcanza el 12,5% respecto al presente ejercici0.
Hacienda desvelará los detalles de la reforma fiscal el próximo lunes. De momento, ha adelantado algunos detalles, como la nueva tarifa del IRPF, que pasa de los siete tramos actuales, a cinco. Los tipos máximo y mínimo pasan, en 2015, a ser del 20% y del 47% (frente al 24,7% y el 52% vigentes); en 2016, hay un nuevo recorte de los gravámenes, al 19% y al 45%, en el mismo nivel que tenía en 2011, antes de que el Gobierno del PP subiera el impuesto.
Novedades en el IRPF
Montoro ha asegurado dejar claro que la mayoría de los contribuyentes del IRPF pagarán a partir de 2016 menos de lo que pagaban en 2011. Concretamente, los que ganan menos de 12.000 euros al año no pagarán nada, frente al 2,27% que pagaban en 2011 y los que cobran unos 30.000 euros anuales pagarán un 4,63% euros menos que en 2011. En cambio, los que ganan a partir de 150.000 euros tributarán un 1,67% más que antes de subir el impuesto.
Junto con la rebaja de los tramos y los tipos, se extenderá la deducción de 1.200 euros para hijos menores de tres años a familias numerosas y con ancianos y dependientes a su cargo, lo que se conoce como impuesto de la renta negativo. Así, estos nuevos colectivos podrán cobrar por anticipado dicha deducción, a razón de 100 euros mensuales. También para apoyar a las familias, el nuevo IRPF eleva los mínimos familiares una media del 32%. Así, por el primer hijo se incrementa en 564 euros, hasta los 2.400 euros anuales, para el segundo hijo se eleva 660 euros, hasta los 2.700 euros, para el tercer hijo se incrementa en 328 euros, hasta los 4.000 euros, y para el cuarto hijo se aumenta en 318 euros, hasta los 4.500 euros.
A su vez, el mínimo por hijo menor de tres años pasa de 2.244 euros a 2.800 euros, mientras que por cuidado de ascendientes menores de 65 años se eleva a 1.150 euros, y para ascendientes mayores de 75 años se incrementa hasta los 2.550 euros. Por el cuidado de dependientes con una discapacidad superior al 33% se incrementa hasta los 3.000 euros anuales, mientras que para los que tengan una discapacidad inferior al 65% y movilidad reducida se sitúa en 6.000 euros. Con una discapacidad superior al 65%, el mínimo se incrementa hasta los 12.000 euros anuales.
Baja la fiscalidad sobre el ahorro
La reforma también suaviza la tributación de las rentas del capital, que generan sobre todo las rentas más altas. Así, los rendimientos del ahorro pasarán a tributar a un mínimo del 19% y un máximo del 23%, cuando entre en vigor plenamente la reforma fiscal del Gobierno en el año 2016. Los tipos que gravan el ahorro bajarán en todos los tramos, en dos veces, igual que los tramos del IRPF.
Así, las rentas obtenidas por el ahorro de hasta 6.000 euros, que hasta este año tributaba al 21% pasará a tributar al 20% en 2015 y al 19% en 2016, el mismo nivel que había en el año 2011 antes de la subida fiscal. Por su parte, el ahorro de entre 6.000 y 24.000 euros pasará del 25% de 2014 al 22% en 2015 y al 21% en 2016, también el mismo nivel que el registrado en 2011. Igualmente, el ahorro de entre 24.000 y 50.000 euros pasará de tributar al 27% a hacerlo al 22% en 2015 y al 21% en 2016, mientras que el que supere los 50.000 euros pasará del 27% de este año al 24% en 2015 y al 23% en 2016.
Montoro ha destacado que se ampliarán las figuras tributarias del ahorro. En este sentido, ha incidido en los depósitos de más de cinco años cuyos rendimientos no pagarían, como ocurre con los fondos de inversión. También los seguros se incluirían en el ahorro a largo plazo y otras fórmulas que lo fomenten.
Montoro ha anunciado también que se limitarán las aportaciones máximas a los planes de pensiones, aunque no ha especificado los nuevos límites. Actualmente, tal y como ha explicado el ministro, la limitación es de 10.000 euros para las personas de hasta 50 años y de 12.500 euros para los que superan esa edad. El ministro de Hacienda ha destacado que con ello se sigue una de las recomendaciones de la Comisión Europea y ha añadido que son muy pocos los contribuyentes, los de mayor renta, que actualmente alcanzan los límites anuales máximos de desgravación de los planes de pensiones. Según Montoro, la aportación media anual a los planes de pensiones no alcanza los 4.000 euros.
Se recortan los tpos del Impuesto sobre Sociedades
El Impuesto sobre Sociedades bajará al 28% en 2015 y al 25% en 2016, frente al tipo del 30% actual, mientras que las pymes podrán rebajar su gravamen hasta el 20% (frente al 25% actual) siempre que se apliquen dos deducciones de nueva creación para favorecer la autofinanciación y el endeudamiento empresarial.
Montoro ha destacado que la rebaja de este impuesto trata de aproximar la base imponible a lo que es el tipo efectivo del impuesto. Por ello, indicó que se suprimen algunas desgravaciones, aunque no concretó cuáles, mientras se refuerza la deducción por inversión en I+D+i y se incluye una nueva desgravación por reserva de capitalización, de tal manera que las empresas podrán destinar el 10% de su beneficio a provisiones o recursos propios para promover su autofinanciación y reducir su endeudamiento.
Además de esta deducción, para las pymes se introduce también una desgravación con el mismo objetivo para que durante cinco años puedan hacer provisiones y reducir su tarifa fiscal, de tal manera que las pymes que hagan uso de estas dos deducciones, que no exigirán obligatoriedad de inversión, tributarán a un tipo del 20%. Al mismo tiempo, la reforma del Impuesto de Sociedades mantiene la fiscalidad reducida del 15% para nuevos emprendedores, que ya introdujo el Gobierno en la nueva ley de emprendedores.
IVA e impuestos especiales
El Gobierno ha renunciado a tocar el IVA y los Impuestos Especiales, salvo lo estrictamente necesario por lo que marcan las directivas europeas en algunas materias, como algunos productos sanitarios, a pesar de las recomendaciones del Banco de España, el Fondo Monetario Internacional o la Comisión Europea de subir la imposición indirecta, y más concretamente el IVA. «Sólo los tocaremos por normativa europea», ha señalado Montoro. Por este mismo motivo, el Gobierno ha optado por no tomar ninguna decisión sobre impuestos medioambientales y por no crear nuevas figuras para gravar algunos conceptos.
El ministro también ha dicho que no ha querido tomar decisiones que afecten a las autonomías y ha preferido esperar a analizar con las regiones la reforma autonómica y local. En este sentido, Montoro ha recordado que ha convocado ya al Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) para conocer la opinión de las comunidades sobre la reforma fiscal y después llevar a cabo las actuaciones pertinentes.
Preguntado por si se podrán cumplir los objetivos de déficit sin compensar las bajadas de impuestos directos con una subida de los indirectos, Montoro ha dicho que ha presentado una reforma con unas cifras que «encajan». A su parecer, son «coherentes» con el programa de estabilidad enviado a Bruselas porque la mejora económica ha propiciado cierto margen para promover esta rebaja de impuestos sin poner en riesgo la consolidación. En este sentido, ha vuelto a insistir en que la recaudación fiscal está mejorando considerablemente y ha subido un 5% en los cinco primeros meses del año, con un buen comportamiento del IVA.
Una rebaja fiscal que no baja la presión fiscal
Montoro, ha asegurado que la presión fiscal no bajará del 38% a pesar de la rebaja de impuestos que se enmarca en la reforma que implementará el Gobierno entre 2015 y 2016. El miniostro ha recordado que este nivel está «lejos» de la media europea, que es con lo que se tiene que comparar España. «Pero son niveles muy similares a los que había en los años que gobernamos», ha señalado el ministro, tras resaltar el mérito que tiene esta cifra tras los dos años en los que el Gobierno ha tenido que «forzar» las cosas.
El titular de Hacienda, además, ha apuntado que la reforma fiscal diseñada por el Gobierno «impulsará» el crecimiento de la economía española un 0,55% en 2015 y 2016. «La rebaja fiscal global dará lugar a un impulso del PIB algo superior a medio punto en 2015 y 2016», ha subrayado el ministro, que ha indicado que, como consecuencia de esta reforma, 20 millones de contribuyentes contarán con más renta disponible a partir del próximo año.
El sindicato de los Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) consideran quela reforma fiscal del Gobierno es «regresiva» porque serán las clases medias las que amortiguen una vez más la rebaja a las grandes fortunas, atentando así contra el artículo 31 de la Constitución que establece cómo el sistema tributario debe aportar recursos suficientes para garantizar el estado del bienestar y cómo cada ciudadano debe contribuir con progresividad en función de su capacidad económica.
En un comunicado, Gestha asegura que la progresividad es la «gran perjudicada» de la reforma al simplificar de siete a cinco los tramos actuales del IRPF. A su parecer, los principales beneficiarios de la reforma no sumarán más de 73.000 contribuyentes. Por el contrario, los 11,5 millones de trabajadores y pensionistas que ganan menos de 11.200 euros anuales no se verán afectados por la rebaja fiscal propuesta por Moncloa, ya que actualmente no tributan. «El Gobierno, al no bajar otros impuestos que soportan los ciudadanos, como el IVA o los impuestos sobre los Hidrocarburos o la Electricidad, no puede afirmar con la rotundidad que lo hace que la presión fiscal haya bajado para todos. Tampoco podemos hablar de una reforma integral del sistema fiscal sino sólo parcial», ha señalado el secretario general de Gestha, José María Mollinedo.
De hecho, Gestha explica que la rebaja en el primer tramo de la escala del IRPF y el aumento de las cuantías de los mínimos personales y familiares afectan a todos los contribuyentes por igual, por lo que los 8,8 millones de ciudadanos que cobran entre 12.450 y 33.000 euros amortiguarán el impacto de la rebaja fiscal de las grandes fortunas, con un aumento de sus tipos de entre 0,25 y 1 punto sobre la tarifa vigente. Los Técnicos consideran que comparar los efectos de esta nueva reforma con la tributación de 2011 tiene «trampa» y lleva a equívoco a la ciudadanía, ya que «tapa» la mayor bajada para las rentas más altas.
Mollinedo ha criticado también que el Gobierno no haya precisado cómo se financiará la caída de ingresos y considera posible que se compense con otras fórmulas como el copago o la privatización parcial de entes públicos como AENA, que reportará unos 2.500 millones. A su parecer, y de confirmarse este último punto, se trataría de vender acciones de empresas públicas rentables para rebajar impuestos que, además, perjudican la progresividad y la suficiencia del sistema tributario.
Sobre la bajada de la tributación de rentas del capital, Gestha cree que beneficia a las mayores fortunas y afecta negativamente a la progresividad porque quien obtenga más de un millón de euros en dividendos pagará proporcionalmente igual que un trabajador o autónomo que gane 50.000 euros.
En cuanto a la rebaja de Sociedades, los técnicos dicen que sólo beneficiará a las grandes empresas que, según ha explicado, tributan a una media del 3,5%, ocasionando una pérdida recaudatoria de 26.000 millones. A su parecer, «acercar el tipo nominal al efectivo no debería hacerse bajando tipos y la reducción de las deducciones no es suficiente para compensar la caída en la recaudación. Así, piden analizar el efecto que tiene en las compañías que facturan más de seis millones.
Medidas contra el fraude
Finalmente, considera «positiva» la publicación de la lista de deudores tributarios, siempre y cuando se complete con la lista de delitos fiscales y los nombres de la multinacionales que eluden impuestos. No obstante, echan en falta medidas adicionales para reducir la elevada tasa de economía sumergida en España, del 24,6% del PIB.
Por este motivo, apuesta por intensificar la lucha contra el fraude, centrando la investigación y persecución del fraude en las grandes empresas y fortunas, que son responsables del 72% de la evasión total, muy por encima de pymes, microempresas y particulares, a pesar de que solo concentran el 20% de los esfuerzos del fisco, tanto en plantilla como en recursos.
Al mismo tiempo, propone cambios impositivos para reducir la elusión fiscal, como un Impuesto a las Transacciones Financieras, cambios en las SICAV y en las sociedades patrimoniales, reducir la dualidad fiscal de rentas del trabajo y del autónomo respecto de las rentas del capital y más control de los paraísos fiscales. Igualmente, reclama ampliar la limitación del uso de efectivo para operaciones superiores a 1.000 euros y que quien incumpla no pueda deducir el gasto en el IRPF, Sociedades e IVA.
WWW.PUBLICO.ES