La Junta de Castilla y León gastó a lo largo del ejercicio 2015 un total de 6.101.932,69 euros en ‘bufandas’ entre un reducido grupo de empleados públicos de confianza. Estas gratificaciones extraordinarias (completamente legales, aunque en muchos casos de difícil justificación) han vuelto a beneficiar especialmente jefes de servicio y los chóferes oficiales de algunos consejeros, para los que estas compensaciones suponen un auténtico sobresueldo.
El dato oficial de este reparto (último que se ha hecho público), un año más, ha sido facilitado por la viceconsejera de Ordenación del Territorio y Relaciones Institucionales, María de Diego, como respuesta a una solicitud de documentación solicitada por el procurador socialista Pedro González Reglero, ya que el rastreo de unos datos que, en teoría, debieran exponerse públicamente en los tablones de anuncios de cada consejería, en la práctica resulta una tarea imposible.
La exposición pública de estas gratificaciones supondría en la práctica constatar que estas gratificaciones que, como su nombre indica, debieran tener un carácter extraordinario, acaba beneficiando casi siempre a las mismas personas y además con un carácter periódico. Así se pone de manifiesto al analizar algunos de los datos referidos, por ejemplo, a los chóferes.
En el caso del conductor del coche oficial del Consejero de la Presidencia, José Antonio de Santiago Juárez, los cobros de estas gratificaciones al margen de su sueldo oficial en 2015 se produjeron en los meses de febrero, abril, septiembre y octubre. Todos ellos por una cantidad similar: entre 4.200 y 4.230 euros. En total, 16.835 euros al margen de su sueldo oficial.
Además, en el caso de la Consejería de Presidencia, en 2015, también repartió 95.709,54 euros por trabajos extraordinarios durante la jornada electoral celebrada en mayo entre otro grupo de empleados públicos. En este reparto también figura el nombre del conductor oficial del consejero, que también ‘pilló’, una gratificación de 160,78 euros.
Otro de los chóferes beneficiados por este reparto de ‘bufandas’ es el de la Consejera de Hacienda, Pilar del Olmo, que a lo largo de 2015 y al margen de su remuneración oficial, recibió la nada despreciable cantidad 17.540 euros a razón de una media de 1.460 euros mensuales.
La Junta de Castilla y León, desde un principio, se ha resistido con uñas y dientes a facilitar esta información que debiera ser de manejo público alegando siempre la Ley de Protección de Datos personales de los funcionarios y empleados públicos que aparecen en los distintos repartos.
Sindicatos de la función pública consideran que el pago de estas ‘bufandas’ no está justificado ya que “la Administración tiene capacidad suficiente como para organizar la jornada ordinaria de trabajo de forma que no sea necesario abonar estas bufandas”. “La Junta, como mucho, debería compensar con descansos este tipo de trabajos extraordinarios fuera de la jornada laboral”, apuntan.
Para el procurador socialista Pedro González estas gratificaciones vuelven a poner de manifiesto que se trata de pagos mantenidos en el tiempo que benefician casi siempre a las mismas personas por lo que difícilmente pueden considerarse como retribuciones “extraordinarias”.
Fuente: ultimocero.com