El 5 de junio se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente, una fecha que debe ser algo más que una conmemoración en el calendario. Los problemas ecológicos producidos por un modo de vida en el que se prioriza el consumo y el despilfarro, están agotando los recursos naturales y llevando a nuestro planeta hacia una situación insostenible.
Dentro de la catástrofe ecológica que ya estamos padeciendo y que se agravará en los próximos años, la educación no puede quedar al margen en la lucha por la regeneración y la transformación social, sin embargo, observamos que desde la Administración correspondiente no se elaboran directrices ni hay un marco de actuación para lograr la eficiencia energética en nuestra red de centros públicos. Escasamente equipada desde el punto de vista de la sostenibilidad, sin perspectivas de instalaciones que proporcionen energías limpias y contribuyan a mitigar los efectos del cambio climático, la red de centros públicos se encuentra abandonada a su suerte.
Desde STACYL demandamos una priorización y medidas urgentes, con recursos económicos suficientes para llevar a cabo una transformación en nuestro modelo energético. Creemos que es una exigencia ética y un deber de ciudadanía implementar medidas prácticas y abrir espacios curriculares y líneas transversales en la educación pública para actuar sobre los problemas medioambientales. Los resumimos en los siguientes puntos:
- Consumo responsable (ecológico o sostenible), sostenido por las tres “R”: Reducir, Reutilizar y Reciclar, que debe concretarse en ámbitos tan importantes como la alimentación, el transporte, la limpieza o la calefacción.
- Comercio justo que implica comprar o producir productos con la garantía de sostenibilidad y respecto por las personas.
- Promover el activismo ciudadano para propiciar un nuevo modelo de sociedad más justo y equitativo.
Para alcanzar estas metas exigimos a la Junta de Castilla y León que concrete medidas y proyectos tendentes a mejorar la eficiencia energética como el sellado de los edificios que ayude a mantener la temperatura ambiente, la instalación de placas fotovoltaicas que propicien la autosuficiencia energética, el mantenimiento y ampliación de zonas verdes, la adquisición para los comedores de productos del entorno de los centros para disminuir la huella ecológica de los transportes a larga distancia, el control de la iluminación cuando no existe presencia humana, contenedores para la separación de los residuos en origen, la mejora y el control de las instalaciones de conducción de agua que eviten pérdidas innecesarias en los centros, la creación en nuestros centros educativos de la figura del Coordinador de Sostenibilidad, con descuento horario para llevar a cabo sus tareas y la priorización de proyectos educativos que formen al alumnado en el respeto al medio ambiente y el hábito de vida saludable.
Desde STACYL nos ponemos a disposición de la Junta de Castilla y León para intercambiar puntos de vista y acordar medidas y actuaciones que contribuyan decisivamente a mejorar nuestra aportación como sociedad y a cumplir los Acuerdos de París.