Desde STACYL asistimos con preocupación a las declaraciones de diferentes ministros del Gobierno de la nación respecto a un posible recorte salarial a los empleados públicos y el retraso de la edad de jubilación real. En vez de un plan serio de refuerzo de plantillas de nuestras disminuidas administraciones públicas, lo cual se ha puesto de evidencia en la actual situación de pandemia, nos encontramos amenazas.
Las empleadas y los empleados públicos hemos estado en primera línea de combate frente al virus y sus consecuencias (en los hospitales y centros de salud, en las residencias de personas mayores, tramitando ERTEs, en la limpieza viaria y de instalaciones, en la educación, etc.). El personal empleado público ha perdido un 15% de poder adquisitivo durante la última década por lo que para STECyL-i sería necesario un plan de recuperación de las retribuciones pérdidas, así como una ampliación de plantillas que sirva para recuperar el empleo público perdido y garantizar unos servicios públicos de calidad.
Desde STECyL-i no estamos por la labor de refrendar recetas económicas fallidas como las que se pusieron en práctica a partir de 2010. Si hay que empujar contribuiremos con nuestros brazos siempre que ese esfuerzo forme parte de una salida progresista de la crisis.