STACYL denuncia importantes deficiencias en la gestión de la Consejería de Educación en la fase inicial de recogida de datos para implementar el protocolo de vacunación del personal no docente.
La falta de previsión y la improvisación parece ser la tónica en la gestión de este protocolo. A todo ello se suma una deficiente información acerca del protocolo de vacunación y los posibles efectos secundarios de la vacuna AstraZeneca que será administrada al personal docente y no docente menor de 55 años, y que podrían tener implicaciones sanitarias en relación a enfermedades o situaciones particulares que, por lo tanto, requerirían de una información médica previa.
Además, se añade nuestra preocupación por las consecuencias que pueden tener en las plantillas de los centros los efectos secundarios que produzca la vacunación y las bajas que se puedan producir entre las trabajadoras y trabajadores de los centros educativos. Exigimos por tanto a Educación que garantice la prestación del servicio, que escalone de manera racional la vacunación y agilice las sustituciones que sea necesario llevar a cabo.
Por último, insistimos en criticar que el personal no docente mayor de 55 años sigue sin conocer qué va a suceder con la vacunación de este colectivo especialmente sensible, y que, además, en el caso de este personal, afecta a un número importante de trabajadoras y trabajadores que siguen expuestos al riesgo al contagio de manera diaria. Exigimos aclarar cuanto antes qué fechas de aprovisionamiento de vacunas válidas para estas personas barajan tanto Educación como Sanidad, y exhortamos a ambas administraciones a que luchen por sus trabajadoras y trabajadores ante quien sea necesario, pues siguen y seguirán en primera línea, sin inmunizar, hasta que les den una solución.