STACYL recoge las ideas que traslada el personal empleado público en la encuesta sobre teletrabajo que lanzó el pasado mes de abril.
El pasado mes de marzo la pandemia de la COVID-19 obligó a la población española a confinarse en sus casas, y las trabajadoras y trabajadores españoles, también el personal empleado público, tuvimos que adaptarnos a un sistema de trabajo online, que conocíamos y practicábamos ocasionalmente, pero al que no estábamos demasiado acostumbrados.
En la Administración regional castellano-leonesa, este sistema de trabajo ha generado dudas, prevenciones, adaptaciones constantes, pero no cabe la menor duda que ha supuesto un antes y un después en la forma de trabajar de miles de personas que trabajan para la Comunidad Autónoma.
Por ello, STACYL ha querido sondear a través de una encuesta qué está suponiendo el sistema de teletrabajo para este personal, y la primera conclusión que podemos extraer es que el tema interesa: 150 personas han expresado sus inquietudes e ideas en esta encuesta, que constaba de 34 preguntas repartidas en 5 bloques: Entorno y medios de trabajo; Aplicaciones y programas informáticos; Formación y comunicación; Acerca del teletrabajo y Prevención de riesgos laborales.
Las conclusiones más relevantes son las siguientes para el primer bloque de “Entorno y medios de trabajo”:
-Un 97,3% de quienes han participado en la encuesta están realizando teletrabajo, un 97,9% desde el inicio del estado de alarma.
-La separación zona de trabajo/convivencia familiar ha resultado “fácil” para un 43,8% mientras que para un 32,6% ha resultado “difícil”.
-En cuanto a los medios de trabajo un 66,9% responde que la administración no ha puesto medios y a quien sí se lo ha suministrado un 63,3% lo considera “insuficiente”.
En el segundo bloque “Aplicaciones y programas informáticos” lo más relevante es que el 75,9% de quienes han contestado han tenido problemas con las aplicaciones y programas. El problema que se destaca es el cuelgue continuo en un 79,8% de respuestas.
En el tercer apartado “Formación y comunicación” éstas son las conclusiones más relevantes:
-Un 56,8% relata que no ha recibido formación para el teletrabajo.
-Un 63% dice que no se reciben instrucciones claras.
-Un 55,6% dice que no tiene tiempo límite para la realización de las tareas asignadas. A destacar que quienes sí tienen un tiempo límite un 48,6% lo considera “estresante”.
-Un 75,4% dice que no le han dado opción de negociar el trabajo asignado.
-Un 55,3% considera “no adecuada” la supervisión por parte de los superiores. Por otra parte, un 70% de quienes tienen un equipo de trabajo a su cargo consideran que el trabajo desempeñado es “bueno” o “muy bueno”.
-En cuanto a la comunicación entre compañeros y superiores es considerada “buena” o “muy buena” por un 47,9% y “mejorable” por un 35%.
En el cuarto bloque del cuestionario “Acerca del teletrabajo” las conclusiones más relevantes son las siguientes:
-A la hora de seleccionar las ventajas del teletrabajo quienes han participado se decantan por tres respuestas:
- Permite mayor conciliación para un 32,6%.
- Permite la reducción de costes y desplazamientos para un 31,5%.
- Ofrece mayor flexibilidad horaria y de trabajo para un 25,2%.
-Un 47,9% cree que es una herramienta útil para las políticas de conciliación.
-De cara al futuro un 96,6% dice que la administración debe facilitar los medios materiales adecuados.
-Por último, un 66% no es partidario de ampliar el teletrabajo más allá del período de confinamiento. Las razones que se dan para ello son las siguientes por orden de importancia: Un 33,9% necesita una hora de entrada y salida; un 22,6% cree que se pierde cohesión laboral; un 21% estima que hay falta de control horario y un 17,7% correlaciona teletrabajo con aislamiento de los compañeros.
El último bloque denominado “Prevención de riesgos laborales” nos ofrece dos conclusiones interesantes:
-Un 95,9% dice que no ha recibido formación acerca de riesgos laborales del teletrabajo.
-Un 65,4% de quien sí ha recibido esa formación la considera “insuficiente”.
Así pues, se visualiza que el teletrabajo puede ser una herramienta útil e interesante para implementar políticas de conciliación o de mejora medioambiental pero que aún requiere de un amplio margen de mejora en nuestra administración y corregir los déficit que se han constatado: falta de medios (equipos y aplicaciones), de formación (tanto del propio teletrabajo como de los riesgos laborales que comporta) y de la propia comunicación entre los diversos componentes de los equipos de trabajo.
Una solución podría pasar por ir desarrollando un sistema mixto de teletrabajo que integre jornadas presenciales y online, que evitaría en buena parte esa sensación de aislamiento y de pérdida de cohesión laboral.