Con el crecimiento e la economía de plataforma están resurgiendo viejas prácticas antisindicales que van en contra de la libertad sindical de organización de trabajadoras y trabajadores para defender sus intereses de clase en este sentido se han conocido cientos de informes por parte de Motherboard grupo de trabajo de Amnistía Internacional, que revelan con gran detalle el monitoreo obsesivo de la compañía de los movimientos sindicales y sociales y ambientales en Europa, particularmente durante la “temporada alta” de Amazon entre el Black Friday y Navidad.
Los documentos muestran prácticas antisindicales propias del siglo XIX monitorean de cerca la actividad sindical y laboral de sus trabajadores en toda Europa, así como los grupos ambientalistas y de justicia social en Facebook e Instagram. Hay constituido un servicio o aparato de vigilancia y seguridad interna de una empresa como Amazon y otras que ha intentado enérgicamente reprimir la disidencia de los empleados y que previamente ha sido sorprendida difamando a los empleados que intentaron organizar a sus colegas.
El enfoque de Amazon es impedir que su fuerza laboral este implicada en sindicatos y movimientos sociales y ambientales como una amenaza tiene graves implicaciones para la privacidad de sus trabajadores y su capacidad para unirse a sindicatos y negociar colectivamente, y no solo en Europa. Amazon contrató a espías de una conocida empresa de vigilancia e inteligencia como Pinkerton que fueron “insertados” en los centros de trabajo como si un servicio de inteligencia antisindical se tratara.
El informe se refiere a la Agencia de Detectives Pinkerton, que a fines del siglo XIX y principios del XX en los Estados Unidos suministró detectives para infiltrarse en sindicatos y contrató brigadas de matones violentos para intimidar a los trabajadores para que no participaran en actividades sindicales en las acerías. Hoy, Pinkerton es una subsidiaria de la compañía de seguridad sueca Securitas AB, y ha proporcionado operativos para monitorear huelgas en West Virginia tan recientemente como en 2018.
Amazon abusa de su poder de mercado dominante y frente a cargos antimonopolio por parte de la UE; ahora están exportando tácticas antisindicales estadounidenses del siglo XIX a Europa. Se saltan la ley espían, intimidan a sus plantillas y acosan a a quienes quieran formar legitimamente comités para elegir delegaciones sindicales que puedan negociar.
Los almacenes españoles son objeto de vigilancia, igual que los de Francia, Reino Unido, Italia, Alemania, Polonia, Austria, la República Checa y Eslovaquia. hora mismo, la empresa tiene abierto un proceso de selección para antiguos “líderes militares” españoles, a los que enseña a convertirse en directores de operaciones.
Otras actividades de inteligencia citadas por el medio incluyen la creación de falsos perfiles en redes sociales. Estos estarían dedicados a investigar a los empleados que lideran protestas y a infiltrarse en grupos de Facebook. Amazon tiene un largo historial de conflictos laborales.
En España, los sindicatos del almacén de San Fernando de Henares (Madrid) llevan años batallando para que no se les imponga el convenio sectorial, peor que el convenio de empresa que tuvieron hasta 2018. Durante las protestas en este centro hubo cargas policiales. Amazon pretendió, incluso, que la policía entrara en el centro para sabotear la huelga.