«Si tuviera que poner un color a Castilla y León en función de la privatización de su Sanidad elegiría una escala de grises, pero mi experiencia me dice que el gris acaba siendo negro». De esta manera comenzaba este jueves la periodista de la Cadena Ser Mariela Rubio la presentación de su libro `Tu salud, nuestro negocio´, una obra recién publicada por la editorial FOCA que aporta abundante información sobre aspectos como quiénes han sido los beneficiados de esta ola privatizadora o qué tipo de irregularidades se han ido cometiendo en el proceso.
Prologado por la periodista Angels Barceló, su libro está dividido en cinco partes: `Del capitalismo sin capitalistas al monopolio de los fondos de inversión´, `Sanidad pública, intereses privados o más allá de la puerta giratoria´, `La tarta americana y el silencioso papel de los lobbies´, `El negocio de la sangre´ y `En nombre de la eficiencia´. El punto de partida de esta obra, según reconoció este jueves Mariela, tuvo que ver con un encargo de la Cadena Ser formulado de esta manera: ¿quién gana con el proceso privatizador? Así comenzó una larga investigación sobre un tema que, terminológicamente hablando, suele servirse de eufemismos como «externalización» o una «mejor gestión de los recursos».
«Sus defensores usan el dogma de la eficiencia. En todo esto hay muchos beneficiados y con nombres propios. En esta lista figuran consejeros del PP que incluso han sido imputados por una conducta que raya en el tráfico de influencias, como fue el caso de Manuel Lamela o Juan José Güemes. También se han beneficiado grandes fondos de inversión de EE.UU.», indicó esta periodista, que también es autora del libro `Yak-42. A sus órdenes, ministro´.
Mariela se refirió más tarde a la cadena de intereses que poco a poco fue generando una ola privatizadora. «Con la crisis del ladrillo, las empresas buscaron nuevos nichos y los gobiernos del PP empezaron a hacer recortes. Estas dos voluntades coincidieron. Después se sumaron los fondos de inversión extranjeros, que tenían una gran capacidad para cazar gangas. El resultado fue un sector privado fuerte. Ahora la pelota es tan enorme que es difícil pararla«, señaló la autora de este libro, quien sumó a esta lista de beneficiados otros sectores como el de las asesorías y despachos de abogados o incluso ciertas personas procedentes de la extrema derecha. «En el caso de La Rioja está el grupo sanitario Viamed, que se encarga de gestionar el 80% de las camas del hospital de esta ciudad. Este grupo es propiedad de la familia de Blas Piñar», explicó ésta más tarde (más información en este enlace).
La privatización de este sector, tal y como escribe esta periodista en su libro, se ha ido efectuando a partir de cuatro modelos. Uno de ellos es el de los hospitales PPP, que siguen el modelo de Partenariado Público Privado y son centros construidos y gestionados íntegramente por empresas a cambio de un canon pagado por la Administración. Otro de los modelos es el de los hospitales PFI (Iniciativa de Financiación Privada), en los que existe una empresa gestora que se encarga de la construcción y de los servicios no asistenciales. Sus médicos son funcionarios, lo que da lugar a un sistema semipúblico. Dos modalidades más completan este proceso. El de la externalización de servicios médicos (que asume tareas como el transporte sanitario, las resonancias magnéticas, las mamografías o las extracciones de sangre) y laexternalización de servicios no asistenciales (como pueden ser archivos, historias clínicas, tareas de limpieza y desinfección, servicios de celadores o de aparcamiento).
«Cuando uno pierde el control del sector, deja en otras manos cosas tan importantes como los cuidados paliativos», advertiría Mariela más adelante, incidiendo en la gravedad de un proceso al que calificó como una «cruzada privatizadora». «En todo esto también se benefician los gobiernos. ¿Quién se pude resistir a inaugurar un hospital cuando las elecciones están a la vuelta de la esquina?«, señalaría Mariela acerca de una situación que ejemplificó con el caso de Madrid durante los años de mandato de Esperanza Aguirre, etapa durante la cual se construyeron once nuevos hospitales, todos con participación privada. Siete de ellos tendrían carácter semipúblico y cuatro nacerían bajo el modelo Partenariado Público Privado.
Mariela, que alabó el trabajo de las plataformas en defensa de la Sanidad pública, mencionó algunas medidas que podrían mejorar la situación, como por ejemplo la de hacer una mayor inversión en la atención primaria. «No hay ni un solo dato que demuestre que lo privado es más eficiente que lo público», indicaría ésta más tarde, al tiempo que siguió profundizando en las estrategias empleadas para favorecer al sector privado. «Se está recortando la cartera básica de servicios para que los acabe prestando la privada, que además tiene sus componentes ideológicos. Esto se ha producido con el acceso a los tratamientos de fertilidad, que se han limitado a las mujeres con problemas sanitarios, las pruebas del talón para los bebés o los bancos de cordón umbilical», alertó Mariela, quien añadiría a esta lista un nuevo negocio: el de la extracción de sangre.
Fuente: Ultimocero 7 noviembre