¿Por qué la economía de plataforma se lanza a comprar parques eólicos o a lanzar potentes campañas publicitarias con la compra de flotas eléctricas? Estamos ante una campaña de lavado de cara verde conocida por el término “greenwashing”. En realidad los gigantes mundiales del comercio electrónico han tenido y tienen un impacto mayor en la huella de carbono que muchos países enteros. La compañía Amazon, desveló por primera vez sus emisiones de carbono en 2019 dónde se alcanzaron 51,17 millones de toneladas de dióxido de carbono, con un ritmo de crecimiento del 15% respecto al año anterior.Encender el ordenador, abrir el navegador, hacer click y en poco tiempo tener lo que queramos, en la puerta de casa, tiene una fuerte huella de carbono. El comercio electrónico en el día a día ha vivido una aceleración durante de la pandemia y el 62,2% de los españoles declaran haber hecho un uso de ese sistema, cifra que supera según el INE el uso del 58% en 2019. Solo en Madrid, según Greenpeace se entregan entre 350.000 y 400.000 paquetes. Todos los actores implicados en el proceso coinciden en que la “última milla”, es decir, el trayecto desde el centro de distribución a cada uno de los hogares, es el punto en el que el comercio electrónico multiplica sus emisiones con respecto al comercio tradicional. En esto influye la dispersión, pedidos que no se entregan, intentos fallidos de devoluciones,etc. España es el cuarto país en tasa de devoluciones de Europa, sobre todo en las compras de ropa. Además la facilidad del click, al final favorece que se compren cosas que no se necesitan. Para que las entregas sean en 24 horas, además entran en juego un sistema complejo de transportes que van desde el avión al camión de reparto del centro logístico, pasando por los vehículos de reparto a domicilio. El embalaje es otro de los grandes impactos del comercio electrónico por su relación con el Medio Ambiente. Estos envases llegan a incrementar hasta un 30% el consumo de estos materiales. El cartón de los envíos se recicla, no así el plástico que sigue pesando en esos embalajes . Ese reparto, incentivado al máximo por servicios como de entrega inmediata supone añadir un contaminante superior a otras actividades, dado que se realiza mediante vehículos propulsados por combustibles fósiles. De ahí la estrategia “greenwashing”,que consiste en promover medidas verdes que son populares entre sus consumidores, pero que tratan de blanquear el verdadero impacto y la contribución al cambio climático.
La economía de plataforma incrementa las emisiones de CO2
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