STACYL quiere recordar que, mientras algunos claman contra una mínima subida salarial al personal empleado público del 0,9% e incluso piden una congelación de los salarios, este personal ha sido una pieza fundamental para garantizar la salud y cuidado de la ciudadanía durante esta época de pandemia.
Esta organización sindical también recuerda que el personal empleado público sólo ha recuperado 3,3 puntos de poder adquisitivo de los 14 que perdió durante la crisis de 2010 a 2016.
En 2010 se llegaron a recortar los salarios públicos un 5% y después las remuneraciones estuvieron congeladas hasta 2016.En definitiva, la pérdida de poder adquisitivo del personal empleado público durante la última década seguirá siendo muy superior a las ganancias de los últimos años.
Asimismo, STACYL insiste en que se está hablando de una posible subida salarial del 0,9%, que supondrá apenas unos euros más, mientras que quien pide nuestra congelación salarial gana alrededor de 186.000€ al año.
STACYL subraya que, durante todo este tiempo de pandemia, han sido y son los servicios públicos los que han garantizando, no sólo la salud, sino la supervivencia de las personas. Ha sido y es el personal empleado público, junto a otros sectores esenciales, quien está manteniendo que esta crisis no nos arrolle aún más.
STACYL declara que el personal que atiende los servicios públicos no se merece el desprecio de un gobierno regional que debería protegerlos, porque han sido y son la respuesta más segura y firme en esta crisis sanitaria, social y económica.
El último botón de muestra es el Decreto 2/2020 que supone un recorte a los derechos de las y los trabajadores de nuestra Sanidad. No solo no han contratado personal, ni sabemos en qué se han gastado los dineros que se han librado a la Junta desde el Gobierno, sino que la única solución que se les ocurre es machacar la moral de nuestros sanitarios. Luego se quejarán de que no encuentran personal.
Es evidente que el personal sanitario está siendo el más castigado con la pandemia, ya que tras los aplausos han venido los contratos precarios e indignos, y por si ello fuera poco, ahora este atropello en forma de Decreto, pero también son personal empleado público las personas que igualmente se juegan la vida en los centros dependientes de la Gerencia de Servicios Sociales.
También es personal empleado público quienes han estado tramitando las ingentes demandas de ERTEs, de ayudas a autónomos, de desempleo o de ayudas a familias. En el ECYL, la Seguridad Social o en la Agencia Tributaria el personal no ha dado abasto.
Personal empleado público también son los docentes y no docentes de centros educativos que aún hoy no cuentan con mascarillas FPP2, ni distancias de seguridad en sus puestos de trabajo. Son también quienes trabajan en Agricultura, en Medio Ambiente, quienes lo hacen en Cultura, en Empleo o en Fomento, muchos de ellos poniendo sus medios para poder teletrabajar.
En definitiva, STACYL cree que el personal de los servicios públicos no se merece el desdén de quienes deberían protegerlos, porque han sido y son la respuesta más segura y firme en esta crisis sanitaria, social y económica.