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El próximo día 20 de diciembre se celebran Elecciones General en el Estado Español tras cuatro años de infame legislatura donde, la Clase Trabajadora y la Sociedad en su conjunto, hemos sufrido las políticas de un Gobierno sometido a los designios del Mercado y de la Troika.
Con la excusa de una crisis de la que eran responsables los poderes financieros y las injustas políticas que alimentan al capitalismo, hemos vivido el más terrible retroceso social de la historia reciente.
Así, el Gobierno del PP ha conseguido hacer pagar la crisis a quienes no la generaron, a las trabajadoras y a los trabajadores, a los autónomos, a las pequeñas y medianas empresas, mientras que las grandes corporaciones empresariales, la banca y el mundo financiero en general, auténticos artífices de esta gran estafa, convertían “su crisis” en oportunidades.
Mientras se inyectaron ingentes cantidades de dinero público para rescatar a la banca, mientras que el fondo común europeo que representa el BCE, que se nutre de las aportaciones económicas de los diferentes estados, prestaba dinero a los bancos a un exiguo 1% para que comprasen deuda pública, o sea, dando créditos a esos mismos estados al 6%, mientras las grandes fortunas cada vez eran más ricas, mientras se amnistiaba a los grandes defraudadores fiscales, mientras proliferaban escandalosos casos de corrupción salpicando toda la geografía del estado, la Clase Trabajadora veíamos recortar nuestros derechos y nuestros más elementales medios de vida.
Mientras todo eso sucedía, durante estos cuatro años negros, se han alcanzado los 6 millones de personas sin empleo, más de tres millones han alcanzado la pobreza extrema, cientos de miles de familias han perdido sus casas sin alternativa habitacional, los contenedores de basura de los supermercados se colapsaban de personas buscando algo que comer, las personas migrantes perdían su derecho a la asistencia sanitaria, se recortó en Sanidad, en Educación, en Dependencia, en Transporte, en Servicios Públicos, en prestaciones por desempleo, en Salarios, en Derechos y Libertades, en Democracia.
Y todo ello justificado por la enorme estafa que escondía la llamada crisis. Una estafa con el único objetivo de reestablecer las diferencias entre clases sociales, resituar al 90% de la población en un umbral vital mínimo, aumentando las diferencias entre ricos y pobres, retrocediendo en los derechos democráticos y estableciendo un nuevo orden social al servicio de las grandes fortunas y de los económicamente poderosos.
Por todo ello, desde la Confederación Intersindical, consideramos que las Elecciones Generales del 20 de diciembre no son unas elecciones más, deben ser el punto de inflexión para paralizar la ofensiva capitalista en que estamos inmersos, rompiendo con las dinámicas impuestas desde la Troika e impulsando el germen de una nueva realidad en el conjunto de Europa, y hacemos un llamamiento a los partidos políticos que concurren a las elecciones para que sitúen esta cuestión como prioritaria a partir del 21 de diciembre.
Secretariado Confederal
30 de noviembre de 2015
Con la excusa de una crisis de la que eran responsables los poderes financieros y las injustas políticas que alimentan al capitalismo, hemos vivido el más terrible retroceso social de la historia reciente.
Así, el Gobierno del PP ha conseguido hacer pagar la crisis a quienes no la generaron, a las trabajadoras y a los trabajadores, a los autónomos, a las pequeñas y medianas empresas, mientras que las grandes corporaciones empresariales, la banca y el mundo financiero en general, auténticos artífices de esta gran estafa, convertían “su crisis” en oportunidades.
Mientras se inyectaron ingentes cantidades de dinero público para rescatar a la banca, mientras que el fondo común europeo que representa el BCE, que se nutre de las aportaciones económicas de los diferentes estados, prestaba dinero a los bancos a un exiguo 1% para que comprasen deuda pública, o sea, dando créditos a esos mismos estados al 6%, mientras las grandes fortunas cada vez eran más ricas, mientras se amnistiaba a los grandes defraudadores fiscales, mientras proliferaban escandalosos casos de corrupción salpicando toda la geografía del estado, la Clase Trabajadora veíamos recortar nuestros derechos y nuestros más elementales medios de vida.
Mientras todo eso sucedía, durante estos cuatro años negros, se han alcanzado los 6 millones de personas sin empleo, más de tres millones han alcanzado la pobreza extrema, cientos de miles de familias han perdido sus casas sin alternativa habitacional, los contenedores de basura de los supermercados se colapsaban de personas buscando algo que comer, las personas migrantes perdían su derecho a la asistencia sanitaria, se recortó en Sanidad, en Educación, en Dependencia, en Transporte, en Servicios Públicos, en prestaciones por desempleo, en Salarios, en Derechos y Libertades, en Democracia.
Y todo ello justificado por la enorme estafa que escondía la llamada crisis. Una estafa con el único objetivo de reestablecer las diferencias entre clases sociales, resituar al 90% de la población en un umbral vital mínimo, aumentando las diferencias entre ricos y pobres, retrocediendo en los derechos democráticos y estableciendo un nuevo orden social al servicio de las grandes fortunas y de los económicamente poderosos.
Por todo ello, desde la Confederación Intersindical, consideramos que las Elecciones Generales del 20 de diciembre no son unas elecciones más, deben ser el punto de inflexión para paralizar la ofensiva capitalista en que estamos inmersos, rompiendo con las dinámicas impuestas desde la Troika e impulsando el germen de una nueva realidad en el conjunto de Europa, y hacemos un llamamiento a los partidos políticos que concurren a las elecciones para que sitúen esta cuestión como prioritaria a partir del 21 de diciembre.
Secretariado Confederal
30 de noviembre de 2015