Un total de 2.000 millones de personas, el equivalente a dos tercios de los trabajadores que hay en el mundo, carecen de contrato laboral y de derechos o sufren discriminación, cobran salarios inferiores a sus capacidades, no tienen protección social o están sobreexpuestos a accidentes o enfermedades laborales, o padecen todas estas deficiencias a la vez.
Así lo revela un informe publicado este miércoles por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) con motivo de la Jornada Mundial del Trabajo Decente, que se celebra el próximo viernes. La OIT define el trabajo decente como el acceso a un empleo con derechos y sin discriminación, en condiciones saludables, con salarios suficientes y protección social.
Pero, según la OIT, casi 200 millones de personas no tienen trabajo, cifra a la que habrá que añadir los 1,1 millones de desempleados que se esperan para 2017. Además, tras tres años de descensos, el paro juvenil aumentará este año en medio millón de personas, hasta alcanzar los 71 millones de jóvenes sin empleo.
A ello se suma que uno de cada cuatro trabajadores en el mundo se encuentra en situación de pobreza extrema o moderada. Entre los jóvenes, esta proporción es mayor: uno de cada tres trabajadores jóvenes (156 millones) está en situación de pobreza.
Además, la OIT denuncia en este informe que 168 millones de niños están atrapados en el trabajo infantil y 21 millones de personas son explotadas en condiciones de trabajo forzoso.
El 75% de la población mundial no tiene cobertura adecuada de Seguridad Social y más de la mitad carece totalmente de ella, de forma que no tiene asegurada ningún tipo de protección frente al paro, las enfermedades, la discapacidad, la vejez o la maternidad.
«Este retrato desolador de la situación laboral mundial muestra cuan inmenso es el déficit de trabajo decente», subraya la OIT, que exige una apuesta «decidida e innovadora» por parte de los Gobiernos y agentes sociales para hacer posible el cumplimiento de los objetivos de Desarrollo Sostenible aprobados por Naciones Unidas para el periodo 2015-2030.
UNA BRECHA DE 27 MILLONES DE EMPLEOS.
La OIT estima que la brecha de empleo respecto al nivel existente en 2007 es actualmente de 27 millones de puestos de trabajo, y todo ello en medio de un proceso de ralentización en la creación de empleo que ha llevado al paro mundial a rozar los 200 millones de desempleados este año.
La OIT insiste en que garantizar el acceso a un empleo decente ayudaría a erradicar la pobreza, mejorar el bienestar, elevar el crecimiento económico y los ingresos fiscales, y construir y mantener la paz social.
El reto, según la OIT, es grande, sobre todo teniendo en cuenta que en los próximos 15 años los métodos de trabajo experimentarán grandes transformaciones motivadas por cambios tecnológicos, medioambientales y demográficos.
Fuente: lavanguardia.com