El año 2023 ha supuesto un hito en España en cuanto a igualdad laboral entre hombres y mujeres se refiere, por la obligatoriedad de los planes de igualdad para todas las empresas con más de 50 personas en plantilla; una buena ocasión para ver dónde estamos en términos de brecha salarial de género.
La brecha salarial es uno de esos temas que han superado el ámbito especializado y calado a fondo en la sociedad. Una cuestión que nos hace mirar alrededor y preguntarnos si será posible.
El dato bruto es bastante fácil de conseguir si acudimos a la información oficial del INE. A pesar de que la encuesta de estructura salarial publicada a mediados de 2022, corresponde a 2020, e incluye la serie 2008-2020, nos sirve para evidenciar la situación actual y su tendencia.
A priori pueden sacarse dos conclusiones: Un hombre gana 27.642,52 €/ año, y una mujer 22.467,48 €/año; si las cuentas no fallan, eso son 5.175,04 € de diferencia al año, lo que significa un 18,72% menos, es decir, por cada euro que gana un hombre, una mujer gana 81,28 céntimos. Y si atendemos a la serie 2008-2020, estamos en el mejor de los escenarios conocidos hasta ahora, que solía rondar el 22%.
Existe un conjunto complejo y, a menudo, interrelacionado de factores que originan las diferencias salariales entre hombres y mujeres. A la valoración de las competencias laborales, hay que unir la segregación del mercado de trabajo con diferente representación de hombres y mujeres en los distintos sectores económicos, las características de la oferta de empleo femenino condicionada, en muchos casos, por la conciliación de la vida familiar, la participación en el trabajo a tiempo parcial de las mujeres por la dedicación a actividades de cuidado y los mecanismos establecidos de retribuciones salariales. Consecuentemente, la brecha salarial está condicionada por una serie de factores sociales, legales, económicos, y constituye un concepto que va más allá de la premisa “igual pago por igual trabajo”.
Organización de mujeres STECyL-i 22 febrero 2024