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Desde hace años las mujeres estamos reivindicando, la recuperación en unos casos o la concesión en
otros, de derechos que el patriarcado, en su intento de someter a las mujeres, nos ha arrebatado. Lejos de
doblegarnos, nos hemos unido para luchar por nuestros derechos y desde los movimientos feministas, nos
hemos movilizado y levantado para decir “basta ya”. Estas movilizaciones culminaron en dos grandes marchas en Madrid, el Tren de la libertad en 2014, por el derecho de las mujeres a decidir y la marcha del 7N en 2015, contra las violencias machistas. Estos dos acontecimientos supusieron un hito, tanto en España como a nivel Internacional, pues consiguieron unir a colectivos de mujeres y a personas a título individual en un frente común, exigir medidas para erradicar todo tipo de violencia hacia las mujeres.
Pero el Patriarcado sigue intentando mantener su hegemonía y poder, tanto es así, que ha abierto
nuevos frentes de contienda que buscan el enfrentamiento entre los grupos de mujeres. Así, en un intento de “divide y vencerás” se han sacado a la palestra temas como es la regulación de la prostitución frente a la abolición de la misma o la maternidad subrogada.
Los movimientos feministas, y las mujeres, en general, debemos estar alerta y tener presente aquello
que nos une: la lucha contra el Patriarcado, el machismo y la búsqueda de la igualdad. No olvidemos que
tenemos mucho camino por recorrer.
No debemos bajar la guardia ante la cantidad de feminicidios que se producen tanto en el estado español como en el resto del mundo. Este año, hasta la fecha, son 86 las mujeres asesinadas en España por el simple hecho de ser mujer. No debemos olvidar que las violencias hacia las mujeres, no sólo no cesan sino que cada vez son más cruentas y comienzan a edades más tempranas.
Ante la continua y persistente criminalización de las mujeres que sufren violencia sexual, debemos
exigir nuestro derecho a salir a la calle sin miedo, a la hora que queramos y vestidas como nos apetezca.
Estar alertas y denunciar toda discriminación laboral y/o económica por ser mujeres, la brecha sala
rial se sitúa en un 24% y el número de mujeres en situación de pobreza se incrementa. Mientras la pobreza aumenta, la franja que separa las condiciones de hombres y mujeres se va haciendo cada vez mayor, no olvidemos que el 70% de las personas en situación de pobreza son mujeres. Se trata de un fenómeno conocido como la feminización de la pobreza.
Reivindicar que la salud de las mujeres sea tratada con perspectiva de género, que se promuevan políticas de promoción de la salud desde varios enfoques, donde se hace patente la necesidad de tomar medidas legislativas, fiscales, y cambios organizativos, para dar la respuesta adecuada a las mujeres.
Exigir al Gobierno que la violencia hacia las mujeres sea considerada una cuestión de Estado. Desde la Organización de Mujeres de la Confederación Intersindical apoyamos la propuesta de la Plataforma 7N para que el 2017 sea el año para la eliminación de las violencias machistas, y que se promuevan propuestas concretas para su erradicación.
Porque las mujeres nos queremos
“VIVAS, LIBRES Y EMPODERADAS»