La Organización de Mujeres de la Intersindical de Castilla y León marca el Día Internacional de la Mujer como una oportunidad para despertar conciencias y reivindicar la igualdad real como objetivo prioritario de nuestra sociedad.
A pesar de los avances alcanzados en los últimos años, los cimientos del patriarcado continúan arraigados en nuestra realidad social. Sin una conciencia colectiva, una educación y unas leyes que frenen cualquier discriminación hacia la mujer no habrá sociedad igualitaria e inclusiva. No nos conformamos con lo conseguido hasta ahora. No dejemos que los pilares del edificio que construimos día a día se resquebrajen. Y esas grietas pueden encontrarse en lo menos evidente.
Tomemos el ejemplo de una mujer joven, universitaria y sin cargas familiares, una mujer que se enfrenta a múltiples obstáculos en su camino hacia el progreso profesional. A pesar de sus esfuerzos, es probable que tenga que dejar su tierra natal, Castilla y León, para alcanzar sus metas laborales, que se enfrente a una doble discriminación por ser mujer y por ser joven. Aunque tenga éxito en su primer empleo, la estructura laboral y social no le facilitará su independencia ni le garantizará una conciliación futura. A pesar de todo, diremos que ella está construyendo su propio destino.
Ella, privilegiada, ha tenido libertad para elegir su carrera y acceder a un empleo sin necesidad de contar con el permiso de un hombre. No será juzgada si decide vivir sola y no tener descendencia, al menos no en un juzgado, pero puede que encuentre presión en su entorno familiar y social. Puede, igualmente, que tenga que explicar los motivos si, en algún momento, desea formar una familia, del tipo que sea, y decide no tomar una excedencia para cuidarla en el futuro.
Ella no ha sufrido por su aspecto y goza de buena salud física y mental. De no ser así, quizás no se habría atrevido a salir de casa por falta de autoestima. Otras, mucho más jóvenes, en cambio, parece que prefieren tomar actitudes sumisas con los chicos porque así les gusta a ellos y aceptan roles feminizados porque así se muestran en las redes sociales.
Es solo un ejemplo, pero muestra una realidad más amplia, en la que las mujeres siguen luchando contra la presión social para que se conformen con roles de género tradicionales y se enfrentan a silenciosos obstáculos en su búsqueda de independencia y realización personal.
Y todo nos parece normal, seguimos en esa idea en la que todo se nos antoja conquistado. Pero si observamos más detalladamente el deterioro se aprecia en el día a día y nos quieren hacer creer que solo necesita unos retoques estéticos. No es cierto.
La Organización de Mujeres de STECyL-i reafirma su compromiso con la lucha por la igualdad real. Exigimos políticas efectivas contra la violencia machista, la brecha salarial y de las pensiones, programas de educación emocional en todos los niveles educativos, la implementación verdadera de planes de igualdad en todas las empresas e instituciones, la potenciación de la corresponsabilidad y medidas concretas para garantizar la seguridad de las mujeres que denuncian el acoso. Es hora de construir plataformas y observatorios que promuevan una sociedad igualitaria. Es fundamental construir una sociedad en la que todas las personas puedan alcanzar su pleno potencial y disfrutar de igualdad de oportunidades. En este Día Internacional de la Mujer, la lucha por la igualdad continúa.